La historia es la siguiente:
Dicen que Tomás el viejo era el campesino que tenía las mejores cabras. Tenía una nieta que se llamaba Olivina, de ojos verdes, que pasaba el verano con él y le ayudaba aunque era un poco despistada.
Un día Tomás enfermó y Olivina tuvo que cuidarse de las cabras. Cuando era hora de volver se dio cuenta que le faltaba una cabra y la vio subida en un desfiladero. Olivina intentó agarrarla pero la cabra se asustó y cayó por el precipicio. Cuando Olivina llegó a la orilla del mar lloró lágrimas verdes que no se deshacían en el mar. Unas gaviotas que eran guardianes del cielo las cogieron con sus picos y las sepultaron en las piedras volcánicas.
Dibujado por Anna Velasco |
Dibujado por Laura Masoliver |
Dibujado por Clàudia Andreu |